30 policías han sido asesinados en la región de 2010 a la fecha
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- Con el homicidio el viernes 13 de julio de José Carlos Hernández, elemento de la Dirección Municipal de Seguridad Pública de Zapotlán, llegó a 30 el número de uniformados asesinados de manera violenta en municipios del Sur de Jalisco en los últimos ocho años.
2010 es considerada la anualidad en la cual se registró un repunte de la violencia en la región y fue también el periodo que registró la mayor cantidad de ejecuciones contra policías municipales, estatales e incluso oficiales del Ejército Mexicano.
En el caso de Zapotlán el Grande, en los últimos ocho años se tiene el registro público de 11 guardianes del orden a quienes se privó de la vida con arma blanca o de fuego.
Uno de los episodios más tristes para la historia de las policías locales tuvo lugar el 16 de julio de 2010, cuando en la colonia Santa Cecilia de Gómez Farías, un enfrentamiento armado entre sicarios de una organización criminal y un combinado de elementos de Seguridad Pública de Zapotlán el Grande y Gómez Farías, cobró la vida de dos uniformados y dejó a varios heridos.
En el lugar de los hechos pereció Jonathan Wilberto López, adscrito a la Policía Municipal de Zapotlán el Grande.
En ese mismo año pero el 2 de septiembre, dos militares fueron “levantados” en la Calzada Madero y Carranza de Ciudad Guzmán. Días después sus cuerpos fueron localizados adentro de tambos en este mismo municipio.
El 26 de noviembre de 2010, cuatro custodios del Reclusorio Sur fueron emboscados en la carretera El Grullo-Ciudad Guzmán, a la altura de Tonaya. Su deceso se produjo después de trasladar a un reo de alta peligrosidad.
Vinieron dos años de relativa calma hasta el 6 de septiembre de 2012, cuando el policía municipal Alejandro Seda fue asesinado a puñaladas en un bar ubicado sobre el Periférico Sur de Ciudad Guzmán. Algunos de sus compañeros en la corporación fueron detenidos en calidad de sospechosos.
En circunstancias muy distintas, abril de 2015 se llevó a dos policías en Zapotlán el Grande. El día 6, Jesús Alberto Chávez Rodríguez, elemento de Seguridad Pública y quien había sido asignado a la Fuerza Única Regional, fue víctima de una emboscada sufrida por la institución estatal en la carretera Mascota-Las Palmas, a manos de presuntos sicarios.
El 10 de abril, la policía Adriana Lizetty Velasco se hallaba fuera de servicio cuando fue “levantada” de su domicilio y asesinada con arma blanca a las afueras del Panteón Municipal de Ciudad Guzmán. La occisa había estado envuelta en la controversia, pues en agosto de 2013 fue arrestada tras ser sorprendida cometiendo un supuesto asalto a un comerciante.
19 homicidios a uniformados en el resto de los municipios
En Jilotlán de los Dolores, Gómez Farías, Sayula, Zacoalco de Torres y Tapalpa han perdido la vida en homicidios dolosos un total de 19 personas que se desempeñaban como jefes policíacos, oficiales de Seguridad Pública Municipal, policías estatales e investigadores.
Partiendo también del sangriento 2010, ese año Gómez Farías fue sede del asesinato de dos oficiales de su cuerpo policíaco. El primer comandante Héctor Daniel Aguirre fue acribillado a balazos el 14 de febrero afuera de un domicilio particular de la cabecera municipal. El 16 de julio de la misma anualidad, Jesús Matías Rodríguez fue víctima del ya mencionado enfrentamiento con sicarios.
Entre 2010 y 2014, en Tapalpa perdieron la vida tres uniformados. El 6 de septiembre y el 21 de octubre de 2010 fueron emboscados los policías investigadores Antonio Menéndez y Arnulfo Torres Tello, respectivamente.
En el mismo “pueblo mágico”, el 7 de abril de 2014 Emmanuel Rosas López, subdirector de Seguridad Pública Municipal, fue asesinado a balazos frente a su domicilio.
La Policía Municipal de Zacoalco de Torres sufrió la baja de dos elementos en el lapso de dos años. El 6 de abril de 2015 apareció el cuerpo de Miguel Ángel Caicedo, director de Seguridad Pública; presentaba impactos de bala, heridas por arma blanca y tenía clavado un mensaje de advertencia. Mientras el 8 de agosto de 2017, en la localidad de Barranca de los Laureles murió a balazos el jefe operativo de la corporación.
Un policía rural del Estado fue acribillado en calles de Usmajac, municipio de Sayula, el 26 de junio de 2013. Originario de esta municipalidad, Valente Hernández fue uno de los caídos el 6 de abril de 2015 cuando elementos de la Fuerza Única Regional fueron agredidos por hombres armados en Mascota.
El 28 de octubre de 2010 se vivió una verdadera masacre. 10 policías estatales perdieron la vida en Jilotlán, como consecuencia de una emboscada provocada por grupos de la delincuencia organizada.
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