Ómicron, Voracidad y Responsabilidad
Al iniciar el tercer año con la pandemia del Coronavirus tal parece que ni las autoridades ni la sociedad ha comprendido la magnitud de este problema, ya que hasta la fecha se sigue actuando de forma superficial.
Desafortunadamente, sólo quienes han perdido a un ser querido o han padecido en carne propia la enfermedad han tomado en serio, pero en la nueva ola, el descuido es tal que muchos infectados lo están resumiendo con el argumento de que solamente es gripa.
Vale decir que con el inicio del nuevo año la región se está contagiados a un ritmo de 120 casos por semana, y como ejemplo está Zapotlán, que el 30 de diciembre de 2021 tenía 5 mil 97 acumulados y dos semanas después llegó a los 5 mil 150.
Sobre esta nueva cepa de Coronavirus denominada Ómicron, los expertos afirman que es menos dañina para la salud, pero que su transmisión es mucho más elevada, a grado tal que las cifras se están duplicando días tras día.
Varios estudios realizados en laboratorio muestran que la tasa de anticuerpos cae frente a Ómicron entre las personas que recibieron las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y, en menor medida, AstraZeneca o Sinovac (vacuna china presente en unos cincuenta países).
Para saber, el tiempo de incubación del nuevo virus es de entre 1 y 14 días, y el cuadro de síntomas son principalmente fiebre, tos, dolor muscular y de articulaciones, dolor de cabeza y garganta, así como congestión nasal.
Y si bien, la mortalidad es menor en esta cuarta ola, todos debemos ser conscientes de la cantidad de vidas que el COVID ha arrebatado a las familias sureñas, y como hemos venido repitiendo desde hace dos años, debemos mantener las medidas preventivas como sana distancia, uso de cubrebocas y la utilización constante de gel antibacterial.
Pero eso no es todo, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben asumir su responsabilidad frente a la sociedad y en vez de atender intereses personales o de grupos empresariales, tienen que enfocar sus esfuerzos en proteger la salud de sus gobernados.
Porque en estos dos años hemos visto muestras descaradas de voracidad en diferentes sectores, sobre todo entre los restaurantes, bares y espectáculos, quienes han estado anteponiendo sus intereses económicos a los de la ciudadanía.
También los gobiernos lo han hecho, el caso más reciente fue el del Ayuntamiento de Zapotlán que inició funciones hace tres meses permitiendo las fiestas octubrinas, que en contraste, la Diócesis de Ciudad Guzmán se abstuvo por segundo año consecutivo de realizar el tradicional desfile de andas.
Por eso no se deben olvidar las palabras del presidente municipal, Alejandro Barragán, cuando en el mes de noviembre del año 2021 se le cuestionó si era prudente llevar a cabo las fiestas octubrinas y quién sería el responsable si los contagios y las muertes se incrementaban.
De forma prepotente y con voz altanera evadió la pregunta y solo se concretó a decir que había condiciones para llevarlas a cabo y que los contagios eran responsabilidad individual…
Luego vinieron las ferias de la birria y la tostada, los bailes, las funciones de circo, los bares y restaurantes al cien por ciento, y con ello las consecuencias… otra vez Zapotlán padece un alto índice de contagios y defunciones por el Coronavirus.
Es claro que hasta la fecha las vacunas no han podido contener la enfermedad, por eso la importancia de que todos dejemos de ver al Ómicron como un resfriado, influenza, o cualquier otra enfermedad menor; la pandemia aun no termina y debemos mantener cuidados más allá de los ordenamientos y decretos, es por salud propia y la de nuestros seres queridos.
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