Punto por Punto; 9 de marzo de 2019
*La agonía del PRI a sus 90 años
El 4 de marzo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) “festejó” 90 años de su creación en medio de una agonía provocada por la falta de inteligencia y tremenda voracidad de sus recientes mandatarios, donde sus dirigentes no han tenido la capacidad de dar a conocer los logros conseguidos desde su creación y, por el contrario, ante la ola de señalamientos han optado por mudarse a otros institutos, principalmente al que fue su verdugo.
El problema con el PRI es que siguen sin ver los errores que molestaron a su militancia: las candidaturas externas, alejarse de los liderazgos locales, no escuchar a sus electores y el más grave, desde luego, la tremenda corrupción de gran parte de los políticos que llevaron al poder.
Esos temas no los tocan, y tampoco dicen nada de la corrupción que carcomió a ese partido, del mal manejo en la economía que afectó a millones de mexicanos, de sus reformas a modo, o del deterioro de las instituciones que ellos mismos habían construido.
Es claro que las nuevas generaciones de priístas no han sabido comunicar, y por eso no dijeron en su nonagésimo aniversario que su partido implementó los sistemas de salud pública y educativa más amplios, gratuitos y con mayor cobertura en el continente americano; que fue el constructor de la infraestructura carretera en todo el país, de los puertos marítimos y de todos los aeropuertos; que fueron los creadores de la industria eléctrica y de la expropiación petrolera, pero además sacrificó espacios de poder para abrir la participación a otros partidos…
Pero ese partido constructor poco a poco se fue deteriorando, pues en el año 2000 perdió su primera elección presidencial, situación que se repitió en el 2006 y lograron recuperar el poder en el 2012, una oportunidad que fue desperdiciada al conjugarse incompetencia y corrupción.
Fue en las elecciones de 2018 en las que el PRI obtuvo su menor porcentaje de votación en una elección presidencial, apenas superando el 16 por ciento, por lo cual este partido cuenta hoy en día con su base más reducida de seguidores.
Hoy, el PRI tiene sólo 11 de 32 gubernaturas y no alcanza ni el 25 por ciento de poder dentro del Congreso de la Unión, pues en el Senado tiene solamente 14 de los 128 escaños; y en la Cámara de Diputados, 47 de 500 posiciones…
Y tal parece que las cosas van a empeorar, pues se prevé que para el año 2021 la intención de voto para el PRI se reduzca hasta el 9 por ciento y que en la siguiente elección presidencial pueda llegar incluso a solamente al 4 por ciento.
Ello se debe principalmente a que su padrón de simpatizantes está envejeciendo y el partido Morena se está encargando de quitarle a sus seguidores mediante apoyos sociales… los adultos mayores de 50 años, campesinos y las amas de casa.
Pero eso no es todo, tan sólo en Jalisco está en puerta la llegada de cuatro nuevos partidos políticos, hay 10 solicitudes en el Instituto Estatal Electoral pero es probable que no todas cumplan los requisitos: “Confío” que encabeza el ex priista, ex perredista, ex convergencia y ex Partido Verde Salvador Cosío Gaona; “Hagamos”, representada por el perredista y emecista Enrique Velázquez; “Montu”, del priísta Leobardo Alcalá Padilla; “Futuro”, del joven político que rechazaba los partidos, Pedro Kumamoto.
Seguramente muchos de ellos participarán solamente en una elección, pues ha quedado claro que sus representantes son rémoras del presupuesto gubernamental, pero no por ello le van a dejar de hacerle mosca a ese PRI que a sus 90 años se muestra aletargado y con una asombrosa novatez.
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