Punto por Punto, Sábado 2 de julio de 2016
*Deuda, negocios sucios y el premio a un porro
Hace unos días se denunció que el Ayuntamiento de Tamazula enfrentaba un pleito legal contra la empresa Led Lumina por la contratación irregular de lámparas de led, que a todas luces resultó irregular y dejó al municipio envuelto en una enorme deuda sin haber recibido un servicio satisfactorio.
Parece que nuestras autoridades quieren incurrir en el mismo negocio que desde hace una década ha sido el gran botín en varios ayuntamiento del país, que por cierto en algunos de ellos ha terminado en enormes desfalcos y en el caso de Zapotlán el Grande representará un endeudamiento superior a los 55 millones de pesos, que junto con el préstamo que se va a solicitar a Banobras por el orden de los 18 millones, vendrá a representar un endeudamiento equivalente al 50 por ciento de lo que los guzmanenses debemos por los préstamos que han solicitado las últimas administraciones.
Lo que varios alcaldes les ha dado en llamar como “la deuda histórica”, que algunos han reducido y otros incrementado, es del orden de los 146 millones de pesos, por lo que de ser aceptado, el endeudamiento del actual ayuntamiento sería curiosamente del 50 por ciento de esa enorme deuda, y se incrementaría a los 219 millones de pesos.
Vamos por partes, pues en sesión de cabildo se aprobó (como siempre ocurre por mayoría naranja de 11 sufragios más el voto del regidor panista que traicionó a su partido y ahora viste la camiseta del Movimiento Ciudadano) la adquisición de un arrendamiento financiero por 55 millones de pesos para la colocación de lámparas tipo led en diferentes colonias de la ciudad; pero además se solicitó un crédito en efectivo por 18 millones de pesos ante Banobras que, dicen, será utilizado para dar continuidad a las obras emprendidas en la administración pasada.
Y aquí llama la atención que en el mes de noviembre del año pasado el alcalde Alberto Esquer ofreció una conferencia de prensa para informar el estado de las finanzas públicas y en ese entonces despotricaba por la enorme deuda argumentando que el dinero de los zapotlenses era mal gastado y pésimamente administrado.
Lo mismo ocurrió en ocasiones anteriores donde Esquer acusaba que los problemas económicos del municipio eran por la enorme deuda que le heredaron, pero ahora él endeuda a la ciudad como nunca antes lo había hecho un presidente municipal en la historia reciente de Zapotlán, sabiendo, claro, que él no es quien pagará ese dinero como quiera que se utilice, serán los ciudadanos a través de sus impuestos.
Pero eso no le importa al mandatario municipal, pues ante el voto negativo de los tres regidores de oposición, se dirigió a la panista Claudia Murguía asegurando que está cansado de que hablen de desconfianza cuando la mayoría de los ciudadanos confiaron en él, pero se olvida que su video pidiendo moches dio mucho de qué hablar y muy mal qué pensar.
“Nos tiene sin pendiente la opinión de la oposición”, dice el mandatario, pero esos opositores deben estar muy al pendiente del uso de los recursos pues la famosa constructora Charly de los videos donde Esquer pedía moches ya está realizando obra pública en el Ayuntamiento de Guadalajara (naranja también), y está concursando por licitaciones en Zapotlán.
En otro tema, sin tener ningún respeto por los trabajadores del ayuntamiento, esos que en verdad son la maquinaria para que el municipio funcione, se le otorgó la presea al funcionario del año al líder del sindicato Antonio Montiel, un opaco funcionario que nada ha aportado para el desarrollo de Zapotlán y por el contrario, su único mérito ha sido hacer el trabajo sucio del alcalde Alberto Esquer y permanecer como aviador en diferentes dependencias.
Lo dijo muy claro Alan Pinto, se trata del pago de una factura política, y no se reconoce en absoluto el esfuerzo de muchos trabajadores que por años se han desempeñado con entrega y en forma institucional en diferentes administraciones.
Por su parte Claudia Murguía dijo que ese reconocimiento se debe dar a un funcionario que realmente lo merezca, pero del resto de los trabajadores nadie fue sensato y votaron a favor de entregarle la presea, a sabiendas incluso que los sindicalizados estaban en total desacuerdo de que la medalla se le diera a un porro.
Por el contrario, la presea en el área operativa se entregó a Miguel de la Cruz, un respetable servidor público que a lo largo de los años ha demostrado su integridad y entrega en el gobierno de Zapotlán.
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