Punto por Punto; Sábado 27 de mayo de 2017
*De ambulantes y delincuentes
Mala semana tuvieron los vendedores ambulantes en nuestra región, pues dos municipios sureños vivieron abusivos casos de despojo e intimidación, sorprendiendo la actitud del Alcalde de Zapotiltic donde el retiro de un humilde vendedor de sandías terminó con un injusto encarcelamiento.
Hay dos derechos humanos que están expresos y en los que está incluido el derecho a manifestarnos públicamente, por lo que son su fundamento y a ellos hay que hacer referencia.
Uno de estos derechos humanos es el derecho a la libertad de expresión en el que se encuentra la manifestación de las ideas. Este derecho está reconocido en el artículo sexto constitucional, que expresa: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público”.
El otro de los derechos humanos es el derecho de reunión previsto en el artículo noveno del texto constitucional, en el que se dice: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito…No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto o una autoridad…”.
Desafortunadamente, el alcalde de Zapotiltic René Santiago a pesar de haber estado toda la vida trabajando en el gobierno, no ha entendido lo que es un servidor público y una sola manifestación bastó para demostrarlo.
Hoy René se deja ver como un edil que no tiene capacidad de negociar y ante cualquier protesta hará uso de la fuerza pública.
Ello se deriva luego de que un vendedor ambulante de sandías fuera removido del sitio donde se encontraba, el cual le pidió ayuda al presidente municipal y éste le respondió en forma grosera, lo que derivó en una serie de empujones e insultos que provocaron la intervención del personal de Seguridad Pública Municipal y el posterior encarcelamiento de uno de los quejosos.
Por lo que respecta a Zapotlán, vendedores de pitayas provenientes de Amacueca se quejaron también de abusos cometidos por parte de personal de Reglamentos, quienes los despojaron de los frutos que comercializaban en el primer cuadro de la ciudad.
En ese sentido hay que dejar muy en claro que tanto Zapotlán el Grande como Zapotiltic están registrando altos índices de violencia e inseguridad, por lo que no es justo ni decente que la fuerza pública sea utilizada contra gente trabajadora cuyo único objetivo es llevar sustento de forma honesta a su familia.
Sería mejor que esa inusitada fuerza pública fuera utilizada para prevenir tanto robo a casa habitación que diariamente se registra en ambos municipios; los robos de motocicletas particulares, de baterías de vehículos, de bicicletas y de cuanto objeto de valor los amantes de lo ajeno encuentran en las calles.
Pero no ocurre, así, pues parece que el personal de Reglamentos en Zapotiltic y Ciudad Guzmán está más ocupado en encerrar y despojar de su vendimia a humildes trabajadores, llámese un payaso, un vendedor de pitayas o un vendedor de sandías… mejor que encierren a los delincuentes que abundan en las calles.
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