Punto por Punto, Sábado 5 de noviembre de 2016
*De ladrones y las complacencias de la justicia
La imagen es impresionante y para sus familiares y amigos puede ser hasta desgarradora; es la cámara de seguridad de una empresa donde una vendedora es amenazada por un asaltante, el cual le apunta con un arma de fuego en la cabeza para que la cajera del establecimiento le entregue todo el dinero de las ventas.
Desafortunadamente, ese tipo de imágenes se están volviendo cosa cotidiana en nuestra ciudad, donde apenas a principios de siglo podíamos dejar con toda tranquilidad los vidrios del coche abajo sin que nada le ocurriera a nuestras pertenencias, pero en estos 16 años y hoy más que nunca Ciudad Guzmán se encuentra inmerso en un alarmante clima delictivo donde no hay justicia para las víctimas ni castigo formal para los delincuentes.
Al hablar de justicia formal nos estamos refiriendo al proceso que se le debería seguir a un delincuente cuando es detenido, al cual tras su captura se le consigna pero en unas cuantas horas queda en libertad por diferentes circunstancias que tienen que ver principalmente con el papeleo que requiere el nuevo sistema de Justicia Penal.
En nuestro municipio por ejemplo, son recurrentes los casos de los denominados “tableados”, jóvenes que cometieron algún delito y para castigarlos, grupos de la delincuencia organizada los capturan y les propinan una tremenda golpiza que en algunos casos les provoca la muerte.
En fechas recientes, hemos visto cómo en otras ciudades se está tomando la justicia por propia mano de formas realmente espantosas, como el caso de Tlaquepaque donde a seis personas les amputaron las manos, o en el Estado de México, donde cuatro personas asaltaron un autobús y uno de los pasajeros se levantó de su asiento y los privó de la vida.
Y si bien en absoluto estas medidas de justicia por cuenta propia son justificables, son una muestra de la desesperación de los ciudadanos ante la ineptitud de los policías y, desde luego, del sistema de justicia.
Por ello este tipo de actos debe ser un llamado de alerta para que las autoridades de todos los niveles de una vez por todas tomen cartas en el asunto y por un lado, los policías cumplan su función de vigilar y prevenir los numerosos robos en interior de vehículos, negocios y casas habitación que se están registrando en nuestro municipio; y por el otro, que los encargados de la impartición de justicia de una vez por todas terminen con esa tremenda burocracia que está dejando libres a esos delincuentes que son detenidos hasta tres veces en un mes y siguen cometiendo robos impunemente…
Ya en otro tema hay que mencionar que este viernes 4 de noviembre inicia el proceso de renovación del Comité Directivo Municipal de PRI en Zapotlán, donde seguramente estaremos viendo otro espectáculo de gritos y empujones aunque se trate solamente del registro de aspirantes a presidir este organismo político.
Por cierto, en unos días también tendrá que renovarse el Comité Directivo Municipal del PAN, donde se bien no se espera tanta bronca, el problema será a quién designar pues no debemos olvidar que hace ya más de un año hubo desbandada y entonces su problema podría ser la escasez de liderazgos.
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