Breveriando – Hombrecito
La penumbra de la noche espesaba más que antes, seguía andando hacia adelante, se le complicaba avanzar más rápido en medio del sendero… La oscuridad hacía de las suyas engruesándose para ser menos transitable el camino por donde el viajero se guiaba a su paso tardo y sigiloso.
El sitio parecía tenebroso pero prosiguió caminando varios kilómetros, a lo lejos del sendero alcanzó a ver una pequeña silueta amorfa, se aproximó hasta lograr distinguir a un pequeño ser humano, éste medía aproximadamente treinta centímetros, sorprendido intentó huir pero el hombrecito le hizo señas para que permaneciera quieto, intentaba comunicarse con el viajero asustado.
Retrocedió cuatro pasos al sentirse amenazado, y el pequeño ser percibió las intenciones de defensa de aquel viajero perdido, por lo que dejó de hacer señas.
El hombrecito no hablaba, lo único que hacía era producir un sonido estremecedor que ensordeció hasta la luna de esa noche, el viajero se cubrió los oídos con sus manos y como pudo se retiró corriendo de ahí, dejando atrás al pequeño ser.
Pero el andante se salió de su curso al correr tanto, se perdió entre la oscuridad del bosque y llegó a un pequeño poblado que no había visto antes.
Se sorprendió cuando descubrió ese mini pueblo, si es que eso era aquel poblado diminuto. El viajero pensó que el cansancio y el susto lo estaban haciendo imaginar, escuchó unos ruidos que provenían detrás de él, miró a sus espaldas y vio a cinco hombrecitos iguales al que se había topado minutos antes.
Se asombró tanto que sufrió un desmayo. Horas después recobró la conciencia, trató de levantarse pero se lo impedía el insoportable letargo, pensó que todo había sido una tétrica pesadilla.
Miraba a su alrededor, se encontraba en el interior de una habitación que no era la suya, si no la de aquel hombrecito que se había encontrado antes…
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