Consumen aguacateras la ecología regional y el presupuesto gubernamental
*El Gobierno de Jalisco y el de la República les han financiado los procedimientos para lograr la exportación, así como la millonaria edificación de empacadoras
*En Zapotlán el Grande, el Ayuntamiento malbarata el patrimonio público para favorecer a estas empresas
*Greenpeace, la UNAM y la FAO advierten sobre las consecuencias catastróficas de los cambios de uso de suelo
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- Mientras los tres niveles de gobierno presumen con bombo y platillo la expansión que el negocio de la siembra y exportación de aguacate o berries representa para la región Sur, y premian a sus empresarios con millonarios financiamientos que acaparan importantes porcentajes del erario; los daños ecológicos avanzan conforme aumentan los cambios de uso de suelo.
Cada vez son más voces las que manifiestan oposición a que se siga permitiendo la preferencia masiva por el llamado “oro verde”, sin embargo las instituciones públicas mantienen su respaldo incondicional para los empresarios que en su mayoría son foráneos, con la justificación de que gracias a su instalación en la región se han disparado las fuentes de empleo.
Cada uno de los niveles gubernamentales está abiertamente interesado en la llegada de más aguacateras e invernaderos, tanto que les financian hasta los gastos más insignificantes.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y en acuerdo con el Gobierno de Jalisco, acordaron destinar 1 millón 632 mil 332 pesos, según consta en un documento titulado “Programa de trabajo fitosanitario de apoyo a exportaciones, a operar con recursos del componente de sanidad del programa Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria 2016, en el Estado de Jalisco”.
Este recurso es sólo una muestra mínima de las bondades que el Gobierno Federal ha tenido con la iniciativa privada dedicada a la producción de aguacate, con miras a su exportación. Su objetivo-meta es “coordinar el cumplimiento de las especificaciones fitosanitarias de los protocolos de exportación de productos agrícolas de Jalisco”.
Entre los gastos presupuestados se incluyen hasta los que corresponden a garrafones de agua (990 pesos), dotación de artículos de limpieza (3 mil pesos), mobiliario para oficina (computadoras de escritorio, lap tops), pasajes de avión (cuatro boletos de 12 mil pesos), asesoría jurídica (12 mil pesos), smartphone (28 mil pesos).
Todo esto para facilitarles a los empresarios el cumplimiento de los requisitos para ingresar a mercados como Corea del Sur y los Estados Unidos.
Gasto mínimo comparado con los subsidios millonarios que se otorgan para la construcción de empacadoras. Uno de los casos es la planta empacadora inaugurada en noviembre de 2015 en Ciudad Guzmán, propiedad de la empresa Agrícola Los Cerritos.
En este edificio se requirió una inversión de 80 millones de pesos, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (Seder); el Gobierno de la República colaboró con 14 millones.
Por su parte, el Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande se ha mostrado de igual forma espléndido, al consentir a algunas compañías aguacateras y dedicadas al cultivo de berries, otorgándoles terrenos a precios muy por debajo de su costo real.
Según consta en el acta de la sesión pública extraordinaria de Ayuntamiento número 14, celebrada el 8 de julio del año 2016, la empresa Agrícola Los Cerritos S.P.R. de R.L., recibió la donación de un predio de 4 mil 160 metros cuadrados propiedad del Municipio de Zapotlán el Grande.
De acuerdo con el mismo documento, el perito valuador arquitecto Víctor Manuel Caballero, con cédula 912868, otorgó a la superficie un valor comercial de 737 mil 574 pesos; pero el Ayuntamiento decidió cerrar el trato en 507 mil 787 pesos. Además la modalidad de intercambio fue permuta, así el pago del particular fue la donación de camiones de mezcla asfáltica en caliente.
A Driscoll’s Operaciones S.A. de C.V. también se le favoreció con un acuerdo similar. A ellos se les cedió un terreno de 78 mil 975 metros cuadrados, valuado por el perito en 3 millones 193 mil pesos, que fueron reducidos por el Ayuntamiento a 2 millones 669 mil 355 pesos. La moneda de cambio fueron también camiones de mezcla asfáltica.
A la que ecología nadie la beneficia
En un estudio reciente, la organización internacional Greenpeace culpó a la producción de aguacate de ser el máximo causante de la deforestación indiscriminada en varios puntos del país. Asimismo, alertó sobre las consecuencias ecológicas que esto puede llegar a tener.
“La continua sustitución de los bosques por monocultivos de aguacate podría comprometer el abasto de agua en la región”, dice el documento, que además afirma que “aunado a la deforestación y escasez que provoca el cultivo masivo de aguacate, debe sumarse el impacto ambiental que genera el uso desmedido de fertilizantes y plaguicidas”.
Por otro lado, un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México afirma que el cultivo de huertas de aguacate ha originado cambios profundos en la cultura agrícola, ya que áreas anteriormente sembradas con maíz por debajo de los mil 800 metros fueron ocupadas paulatinamente por huertos de aguacate, de tal modo que prácticamente desapareció el sistema agrícola maicero.
“Los bosques captan, regulan y mantienen el flujo y la calidad de agua que consumimos en función de que la cobertura forestal contribuye a regular los ciclos eco-hidrológicos, así como de otros procesos relacionados con el agua, tales como la erosión, las inundaciones, la precipitación regional y el cambio climático”, dice el investigador de la Universidad del Estado de Arizona, Enrique R. Vivoni.
Según el estudio de la FAO Producción de Alimentos e Impacto Ambiental, la cadena de efectos locales y lejanos complica más el vínculo entre alimentación y medio ambiente. Ejemplos de efectos locales son la eliminación de la vegetación autóctona, la proliferación de malas hierbas e insectos, compresión del suelo por el pateo de animales o el paso de maquinaria pesada.
Algunos efectos lejanos pueden ser el encenagamiento aguas abajo a causa de la erosión del suelo, la escorrentía (por concentración de arroyos hacia zonas más bajas) y la eutroficación o contaminación del terreno y de las aguas de superficie por exceso de fertilizantes.
Entre esos efectos adversos sobre el ambiente –que también representan un severo daño económico de largo plazo hasta hoy incuantificable-, un nutrido grupo de especialistas advierte profundos cambios en la cubierta vegetal de bosques nativos, pérdida severa de biodiversidad, erosión y contaminación de suelos, mantos acuíferos y de cuerpos de agua, entre otros.
Los cambios en el uso del suelo debido a la creciente demanda nacional e internacional del aguacate, han ocasionado una fuerte aceleración en el cambio de uso del suelo en la entidad, y cada vez más amplias extensiones del territorio estatal se convierten en huertas aguacateras.
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