Fieles a la Tradición Participan Cientos en la Renovación del Juramento a San José
En 1806 el pueblo de Zapotlán el Grande renovó el juramento que le habían hecho a la imagen de San José, al que convirtieron en su santo patrono tras los destrozos humanos y materiales causados por un terremoto. En él, prometieron seguir celebrando la fiesta al padre de Jesucristo cada 22 de octubre.
El Acta de Renovación del Juramento especificaba que la celebración sería presidida por un mayordomo elegido por vía de una rifa, y que no importaría la clase socioeconómica de éste para ocupar ese cargo anual y que cada año renovarían los votos hechos tanto a José como a la Sagrada Familia (la Virgen del Rosario y el Niño Jesús).
El documento fue signado por jerarcas católicos, quienes con su firma se comprometían a cooperar en la organización de la fiesta; y también por autoridades civiles que apoyarían en el buen desarrollo de los días de la función.
Para cumplir ese precepto, en la renovación número 208 de este Juramento se contó con la participación de José Luis Orozco Sánchez Aldana, alcalde de Zapotlán el Grande, quien fue testigo por tercer año consecutivo de este acto de fe y tradición del municipio que gobierna, el que se convertirá en la última ocasión de su trienio al frente de la administración pública municipal.
El Presidente Municipal estuvo acompañado por su esposa Mónica Reynoso Romero, presidenta del Sistema DIF. Ambos firmaron la renovación correspondiente al año 2014, junto con el obispo Braulio Rafael León Villegas y las mayordomas de este año, Rosario y Margarita Solano.
Orozco incluso fue parte de la última guardia que cargó la imagen de San José al ingresar a Catedral y colocarla junto al altar mayor, luego de un recorrido de la Sagrada Familia efectuado en el atrio de la iglesia.
La mañana del mismo día la pareja presidencial asistió a la Misa de Función concelebrada por don Gonzalo Galván, arzobispo de la Diócesis de Autlán de Navarro. En ella don Braulio Rafael León Villegas, obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán, recibió el cayado o vara de San José como símbolo de su consagración al santo patrono de Zapotlán el Grande en el marco de la celebración por los 25 años de su elevación al grado de obispo, y 15 de que llegara a ser el pastor de la diócesis que hoy preside.
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