Ciudad Guzmán

Published on octubre 26th, 2015 | by lavozsur

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Ni el paso del huracán Patricia detuvo el recorrido del Trono

CIUDAD GUZMAN, JAL., (ES).- A pesar de las inclemencias del tiempo provocadas por el huracán Patricia, nada impidió que se cumpliera el juramento al patrono San José, quien acompañado por su esposa la Virgen del Rosario y el Niño Jesús, recorrieron las empapadas calles de Zapotlán el Grande como lo han hecho desde hace más de 200 años cada 23 de octubre.

Justo cuando se renovaba el juramento la noche anterior, “Patricia” hizo su entrada a Ciudad Guzmán y las autoridades eclesiásticas decidieron que las Sagradas Imágenes no saldrían de Catedral para dar un breve recorrido por Plaza Las Fuentes.

Por dicha razón ante los zapotlenses que mantuvieron “al pie del cañón” su decisión de presenciar el tradicional desfile de carros alegóricos, persistía la incertidumbre: ¿habría o no recorrido?

Puntuales a las 9:00 de la mañana, los cargadores del trono emprendieron su peregrinar rumbo a la casa de San José.

Al iniciar la misa la duda se disipó: las guardias de honor de la Virgen del Rosario y del Señor San José comenzaron a colocar a los protectores del pueblo de Zapotlán al interior de vitrinas de cristal, con el fin de que las preciosas esculturas no sufrieran desperfectos a causa del viento y el agua mientras salían a la calle a saludar a sus hijos.

Nadie se rajó, durante el sermón de la eucaristía el obispo Braulio Rafael León Villegas les dio ánimo a los participantes al decir que la lluvia siempre es una bendición de Dios y tenemos que convivir con ella pues “es una necesidad”; para luego aclarar que las Sagradas Imágenes sí realizarían el tradicional recorrido, los carros alegóricos no, dejando a criterio de los propios danzantes su participación en esta importante celebración.

Las cuadrillas de sonajeros y danzas aztecas no se rindieron ante el paso del catalogado huracán más peligroso en 50 años, ya que su fidelidad y compromiso de cumplir con su juramento, así como las mandas que le debían al santo patrono, poseían mayor fuerza que los vientos del fenómeno meteorológico.

No faltó nadie, primeros aparecieron los pocos charros que se atrevieron a entrarle al desfile con todo y “mangas” para cubrirse de las torrenciales aguas. Muchos sonajeros hasta se daban el lujo de ponerle “sabor al caldo” retando a su paso a los jinetes, gritándoles: “Sin mangas, que valga el sacrificio, así qué chiste”.

Luego una a una las cuadrillas de sonajeros y danzantes fueron avanzando a pesar de la fuerte lluvia, que al paso de las horas se tornó en un intenso frío que calaba hasta los huesos de todas las personas que le perdieron el miedo al agua: desde los fieles espectadores hasta los fotógrafos.

A pesar de que tentativamente el 1 de noviembre serán reprogramados los carros alegóricos, el deber se cumplió el 23 de octubre de 2015, fecha que quedará en la historia como el día que ni el huracán más poderoso del que se tenga registro impidió que Zapotlán el Grande mostrara su devoción por señor San José.

 


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