Punto por Punto – Homenajes para pagar favores y motociclistas
*Homenajes sin legado y la anarquía de los motociclistas
Recientemente, autoridades de todos los niveles han sido invadidos por un sorprendente afán de reconocer a individuos que no precisamente sobresalen por su trayectoria o legado social, pues se trata, más bien, de un asunto de ego y pago de favores.
Ya habíamos señalado en ocasiones anteriores la entrega de reconocimientos a mujeres donde las galardonadas eran familiares de funcionarios públicos, dejando de lado el legado y las aportaciones realmente valiosas a la comunidad.
También hemos hecho hincapié en el hecho de que la sociedad actual ha preferido privilegiar el espectáculo fastuoso del corto plazo, antes que la humilde misión del sembrador de cultura, el luchador social o las personas altruistas.
La carencia de referentes no viene por la ausencia de los mismos, sino por la necesidad de generar pan y circo a fin de crear distractores sobre los grandes problemas de la comunidad.
Por eso hay que decirle a esos alcaldes que buscan cualquier pretexto para entregar reconocimientos, que un legado puede estar compuesto por elementos materiales o por cuestiones simbólicas, como valores, tradiciones, formas de actuar, formas de pensar, entre algunos otros. El legado es muy importante, dado que quien lo recibe marcará su identidad a futuro, es pues, la huella que deja una persona.
El tema viene a colación luego de que en Tamazula de Gordiano se propusiera la creación de un nuevo fraccionamiento de vivienda popular que llevaría el nombre de Enrique Javier Alfaro Anguiano, (padre del gobernador Enrique Alfaro), y las calles de este asentamiento serían: Raúl Padilla López, José Trinidad Padilla López, Tonatiuh Bravo Padilla y Ricardo Villanueva Lomelí…
Por eso habría que analizar cuál es el legado que en Tamazula pretenden honrar, mirando más allá de las chambas y posiciones que a lo largo de los años le han dado al actual presidente municipal Francisco Javier Álvarez Chávez, quien desde su anterior gestión como alcalde de Tamazula dejó en claro que más que honrar buscaba quedar bien con la clase política estatal y por ello al Centro de Convenciones le puso el nombre de Sagrario Díaz, madre del entonces gobernador Aristóteles Sandoval.
Lo mismo está ocurriendo en otros municipios como Zapotlán el Grande, donde tan sólo para colocar las fotografías de los expresidentes municipales Alberto Esquer y Juan Figueroa, se llevó a cabo una suntuosa ceremonia a modo de homenaje.
Así las cosas, ya va siendo hora de devolver el reconocimiento social a aquellos que realmente se lo merecen, porque darle prioridad a las cuestiones emocionales que son volubles y caprichosas hace que la justicia histórica castigue su reconocimiento.
Ya para terminar, hay que insistir (de nueva cuenta) sobre la urgente necesidad de que Tránsito Municipal de una vez por todas regule la circulación de motocicletas en la ciudad… Diariamente hay accidentes gravísimos que están cobrando vidas; los conductores de estos vehículos no respetan en absoluto los reglamentos vigentes; hay unidades que son utilizadas para la comisión de delitos, entonces, valdría la pena preguntarse cuántas víctimas más se requieren para que las autoridades tomen cartas en el asunto y se entre de lleno en el reordenamiento de estos vehículos que diario hacen de las suyas con total anarquía.
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