Punto por Punto – Violencia y Falla de las Autoridades en la Región
Los hechos de violencia que han venido ocurriendo en el Sur de Jalisco puede que no sean nuevos, pero sí han ido escalando y con ello, poniendo en evidencia la ineptitud de varios gobernantes, y sobre todo, de los policías municipales, estatales y federales, que están dejando de lado su primera obligación que es la prevención, actuando simplemente como elaboradores de informes y reportes ya se que su presencia es perceptible hasta después de ocurridos los incidentes.
Quizá para los alcaldes y funcionarios del Gobierno Estatal el asunto sea cosa menor, pues ellos acostumbrar acompañarse de un nutrido personal de seguridad, pero para el ciudadano común, esta situación se está tornando muy complicada y prueba de ello son las horas de pánico que los habitantes y turistas vivieron el domingo 1 de mayo en Mazamitla.
De igual forma, estas acciones están comenzando a hacer mella en la economía regional, pues sucesos como los de Mazamitla y Tamazula, alejan a los paseantes y la ola de robos que se registra en el municipio cañero, tiene muy decepcionados a los propietarios de grandes cadenas que están pensando mejor en cerrar sus establecimientos.
Los primeros bloqueos registrados en nuestra región datan del año 2012, cuando un 9 de marzo un camión fue baleado e incendiado en la carretera Sayula-San Gabriel, pero de forma paralela, en la carretera libre Acatlán Ciudad Guzmán, justo en el crucero de Atoyac, fueron incendiados 9 vehículos… en ese entonces, unos 30 hombres armados detuvieron el tráfico y comenzaron a prender fuego a los autos.
Unos días después, el 7 de septiembre del año 2012, sobre el kilómetro 125 de la autopista Guadalajara-Colima dos vehículos fueron incendiados a la altura de Tonila, mientras que en la carretera Jiquilpan-Manzanillo, a la altura de La Puerta del Zapatero, también se reportó otro bloqueo con un camión repartidor de gas al que le prendieron fuego.
Luego vino uno de los bloqueos más intensos que se tienen registrados en la historia del Sur de Jalisco, ocurrió el 1 de Mayo del año 2015 cuando los cuerpos de emergencia en la región comenzaron a recibir reportes de incendios tanto en carreteras como en zonas urbanas.
A las 9:30 de la mañana se reportó el primero bloqueo en la carretera Ciudad Guzmán-El Grullo donde un camión de Coca-Cola fue incendiado, minutos más tarde, dos bancos en Ciudad Guzmán fueron baleados, uno de ellos quedó totalmente consumido por el fuego y este tipo de hechos se extendieron a Zapotiltic, Pihuamo y Tuxpan donde también varios bancos fueron atacados.
En la carretera libre Guadalajara-Colima y en la autopista, también se quemaron camiones de carga y autobuses de pasajeros…
Y cuando parecía que las cosas se habían calmado, ese tipo de hechos de violencia han vuelto al Sur de Jalisco, pues el mes pasado en la autopista, en el tramo perteneciente a Colima dos camiones fueron atacados provocando el cierre de circulación en esa vía; y el 11 de marzo Tamazula de Gordiano vivió horas de pánico cuando se llevaron a cabo bloqueos, incendio de camiones y balaceras en el tramo comprendido entre Contra y La Garita, sin que ninguna autoridad tomara cartas en el asunto.
El hecho más reciente se volvió noticia nacional el Primero de Mayo al ocurrir en uno de los sitios turísticos más importantes del estado, Mazamitla, donde cuatro camiones fueron incendiados y todas las carreteras aledañas a ese destino de montaña quedaron intransitables.
Lo más grave en los sucesos del Primero de Mayo es la respuesta de las autoridades en los tres niveles de gobierno… los alcaldes, se están limitando a pedir a la población no salir de sus casas y son los primeros en desaparecer del mapa; las corporaciones estatales tardan más de una hora en llegar al igual que las federales, como si estuvieran esperando que los delincuentes cumplan el objetivo para que realizaron los bloqueos, y se puedan ir tranquilamente.
Eso es lo grave de este asunto, pues lo ocurrido en Mazamitla deja en claro que no hay labores de prevención, y mucho menos de combate a la delincuencia, por lo que la sociedad queda a merced del crimen organizado.
Así las cosas, los alcaldes, el gobierno estatal y federal están incumpliendo su juramento de “Cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la particular del Estado y las Leyes, Reglamentos y Acuerdos que de una u otra emanen, así como desempeñar leal y eficazmente su cargo, mirando en todo por el bien y la prosperidad de sus gobernados…”-
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