Recuerdo: En 1994 San José Visitó las Parcelas Ante una Sequía
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- En contraste con la pandemia por Coronavirus que ha marcado este 2020, podemos afirmar que el temporal de lluvias ha sido copioso durante el año, a diferencia de lo acontecido en 1994 cuando era septiembre y todavía no llovía.
El pasado mes de abril la Sagrada Familia fue sacada de sus nichos para dar una pequeña procesión por la Plaza Principal de la ciudad. Estas salidas extraordinarias de las imágenes (que no son el 23 de octubre), donde les ponen sombreros en lugar de sus coronas de oro, suceden ante hechos emergentes como suspensiones de recorridos, o para pedir su protección frente a enfermedades o fenómenos naturales.
En esta sección recuperamos de los archivos impresos de ES, La Voz del Sur de Jalisco algunos de los hechos relatados. Comenzamos con el 14 de septiembre de 1994 y una petición por las lluvias. Transcribimos los textos originales (sic).
Edición de ES, La Voz del Sur de Jalisco del 17 de septiembre de 1994
Campesinos Piden a San José Interceda Ante el Creador Para que Llueva
*Multitudinaria Procesión por los Campos del Municipio que no Ocurría Desde 1967
CIUDAD GUZMÁN, JAL., SEP. 14/94 (ES).- Ante la irregularidad que presenta el temporal los campesinos de la región imploraron al señor San José que salve sus sembradíos y para ello llevaron a cabo una procesión por los campos del municipio.
El recorrido inició a las 10:30 de la mañana con la peregrinación con las Sagradas Imágenes de San José y el Niño Jesús quienes cubrían su cabeza con el tradicional sombrero de palma que utilizan para protegerlos de los rayos del sol.
La multitud que se congregó a escuchar la celebración eucarística oficiada por los presbíteros Jesús Bernardino y Raúl Baldovinos, esperaban al salir de la Santa Iglesia Catedral las Veneradas Imágenes para conducirlas en hombros hasta el árido Valle de Zapotlán.
El recorrido inició por la calle Reforma hasta doblar por la de Manuel M. Diéguez, se continuó por la brecha que conduce al poblado de Atequizayán hasta el libramiento poniente, realizando allí la bendición del campo con las Sagradas Imágenes a las 12:20 horas.
Al paso del Patriarca Señor San José por las calles de Ciudad Guzmán la gente lo miraba y hacían suplicantes ruegos por la mejoría del temporal de lluvias, también se observó que algunos enfermos imploraban su salud a la venerada imagen.
Ante un sol sofocante más de diez mil fieles continuaban la procesión, algunas madres con sus hijos en brazos los cubrían con hojas de “higuerilla” tratando de mitigar el calor y lluvia de cohetes, al pasar por el cementerio municipal despertó a los pequeños alumnos de la escuela primaria ubicada en la colonia del triángulo aplaudían y corrían al paso de las imágenes.
Durante el recorrido los presbíteros realizaban el Santo Rosario y entonaban alabanzas a la vez que hacían comentarios alusivos a los milagros por la intercesión de Señor San José.
Reunidos en procesión se pidió al Patriarca San José el milagro divino para que los campos produzcan su fruto.
La procesión siguió por el libramiento Poniente hasta Avenida Miguel de la Madrid, continuó por la Calzada Madero y Carranza, Primero de Mayo para hacer su entrada hasta la Santa Iglesia Catedral, donde fue recibida con el repique de campanas, cantos, vivas y aplausos, San José se colocó unos instantes en el altar mayor para que algunos fieles tocaran o besaran y después conducirlo finalmente hasta su nicho.
En el recorrido se contó con la valiosa cooperación de los elementos de la base Regional de Protección Civil, quienes reportaron haber atendido a tres personas por insuficiencia respiratoria la primera, crisis convulsiva la segunda y la tercera por problemas de insolación. Así mismo, se contó la participación del personal de la Delegación Regional de Tránsito y Vialidad.
Ante Miles de Fieles San José Bendijo el Valle de la Antigua Zapotlán
Desde que llegó la taumaturga imagen de Sr. San José a Zapotlán los habitantes han implorado su protección ante cualquier dificultad y fenómenos naturales, como temblores, inundaciones y sequías.
Como el relato tomado del historiador Esteban Cibrián Guzmán, sobre la “Función del Milagro” en donde dice: “Tuvo origen el 26 de junio de 1945, fecha en que aún no había caído sobre los terrenos del Valle el ansiado, el esperado beneficio de las lluvias para iniciar la siembra. Ante la angustiosa situación que auguraba un año de escasez y hambre, el Pueblo solicitó permiso del Sr. Cura Dr. D. Higinio Gutiérrez López para llevar en procesión a Señor San José al campo. Accedió el Párroco y él mismo la mañana de aquel día, encabezando la procesión acompañado de los Sacerdotes, los Agricultores y el Pueblo, llevaron en hombres a la taumaturga Imagen devotamente por los terrenos del Valle, entre cantos y fervientes rezos, pidiendo a Dios por intercesión del Santo Patrono de Zapotlán, que cayera la lluvia sobre los áridos campos”.
En otro párrafo el Sr. Cura Gutiérrez López, recuerda el prodigio y relata lo acontecido en aquella fecha “Después de haber realizado un recorrido por el campo, volvimos cubiertos de polvo, sudorosos y tostados por el sol, pero con la dulce esperanza puesta en Señor San José. El regreso sería como de 1:30 a 2:00 de la tarde, y a las 4:00 p.m. ya teníamos abundante lluvia, sin que por la mañana hubiera señales de proximidad –San José estaba con el pueblo-. Cabe agregar que desde ese día se normalizó el temporal con abundante agua que fertilizó los campos”.
Otro relato en el que también fue solicitada la presencia del Señor San José en los campos, es el que nos cuenta el señor Ramón Manuel Hernández Mendoza: “Fue la mañana y precisamente a las 10:30 horas del 17 de agosto cuando agricultores con razón alarmados auguraban un mal temporal para sus siembras. Como casi en su totalidad abrigaba la esperanza se aferraba en el fervor divino de nuestros antepasados fervorosamente pidieron la intercesión del Santo Patrono del Pueblo, Señor San José, con quien los Zapotlenses celebraron un pacto, nombrándolo protector ante las calamidades, así lo testifican los viejos testimonios.
Se elevaron plegarias dentro y fuera de la ciudad, pero la lluvia no caía, entonces se creó confianza en que llevando la Santa Imagen al campo se recibiría el agua.
El Santo Patrono fue llevado al campo haciendo un calor insoportable, el cielo despejado sin rastro de nubles y como siempre el milagro cayó una hora después, precisamente llegando a el “testerazo” calle Iturbide ahora Manuel M. Diéguez, por lo que tuvieron que cubrir la Imagen. La procesión se hacía cada vez más grande a su paso, la lluvia fue breve, apareció una nube obscura que lo fue cubriendo todo y en pleno mediodía nos encontrábamos sudorosos y llenos de polvo por todo el camino, aquella nube cubrió el cielo y a nuestro paso caían rayos y fue una lluvia que no cesó.
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