Punto por Punto, Sábado 16 de abril de 2016
*Transparencia y negocios turbios
A 14 años de que se creara la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental nada ha cambiado en nuestro país y por el contrario, los gobiernos de los tres niveles se han empeñado en fomentar que acceder a la información sea cada vez más complicado para los medios de comunicación y desde luego para los ciudadanos.
Independientemente de las innumerables trabas que hoy en día varias dependencias ponen a la prensa para acceder a la información, resulta sorprendente la reticencia de los políticos en todo el país para presentar su declaración 3de3, y lo peor del caso es que una buena parte de quienes lo han hecho caen en situaciones de incredulidad.
Y es que para nadie es un secreto la pomposa vida que se dan los políticos a costa de puestos públicos donde obtienen moches y prebendas que a corto plazo les dejan grandes beneficios como participación en importantes negocios, lujosas residencias y millonarias cuentas bancarias.
La iniciativa 3de3 busca reconstruir la confianza ciudadana a través del compromiso y la transformación de la claro política en nuestro país, pero tal parece que a muchos políticos no les interesa, pues el porcentaje de funcionarios que han presentado esta declaración a nivel nacional, estatal y regional es mínimo.
3de3 incluye la declaración patrimonial, que permite conocer el estado, evolución y valor estimado de los bienes que posee un servidor público desde el inicio hasta el término de su encargo.
También contempla la declaración de intereses que permite identificar aquellas actividades o relaciones que pueden interferir en el ejercicio de las funciones o en la toma de decisiones de un funcionario.
En la propuesta 3de3, creada por organismos como Transparencia Mexicana, el Centro de Investigación y Docencia Económica, así como la Universidad Nacional Autónoma de México, también se debe entregar la declaración fiscal, que es el comprobante de que el funcionario ha cumplido con sus pagos de impuestos.
La publicación de estas tres declaraciones no es una obligación de ley y es por ello un acto voluntario de buena fe y muestra del compromiso con la transparencia y rendición de cuentas, pero muy pocos la han presentado.
En México, la presentación de la declaración patrimonial es una obligación de todo servidor público, pero es decisión del mismo hacerla pública. La declaración de intereses es un instrumento legal común en diferentes democracias, en México aún falta legislación para que sea una obligación de ley. La declaración fiscal simplemente busca transparentar el cumplimiento de pago de impuestos que, por ley, todo ciudadano tiene la obligación de realizar.
Hasta la fecha, solamente 419 funcionarios en todo el país han publicado su declaración 3de3, entre los que se encuentran 12 gobernadores, 15 senadores, 18 presidentes municipales, 97 diputados federales, 7 jefes delegacionales y 51 diputados locales.
Es curioso, pero en nuestra región no hay un político que haya presentado su declaración 3de3, ningún presidente municipal emanado de los partidos Revolucionario Institucional, Movimiento Ciudadano, Acción Nacional y de la Revolución Democrática lo ha hecho, al igual que los diputados local y federal.
Habrá que ver quiénes se animan a hacerlo en un acto de sensatez y apertura para demostrarle a sus electores que tienen las manos limpias y no están inmersos en moches y negocios surgidos en cada una de sus gestiones.
*Y ya que hablamos de negocios turbios habrá que poner mucha atención en la propuesta hecha en el cabildo guzmanense por el regidor José Guerrero, que consiste en proporcionar espacios públicos municipales a las empresas proveedoras de telefonía celular a fin de mejorar la recepción en nuestra ciudad.
Si bien es cierto que el servicio de telefonía y datos tiene grandes deficiencias no sólo en este municipio sino en toda la región, no son precisamente los gobiernos quienes deber solucionar este problema, pues es claro que entre los proveedores de esos servicios se encuentra uno de los hombres más ricos del mundo y sería injusto proporcionarle espacios de diversión y sano esparcimiento para que se siga enriqueciendo cambiando columpios o canchas deportivas por grandes estructuras de comunicación.
*Ya para terminar debemos mencionar que alguien engañó al secretario de Desarrollo Rural del Gobierno de Jalisco, Héctor Padilla, o de plano es él quien trata de engañar a la ciudadanía para justificar un enorme gasto en la construcción de una obra que se está convirtiendo en un elefante blanco, pues el pasado 8 de abril puso en su cuenta de Twitter que el rastro TIF de Zapotlán el Grande ya había iniciado operaciones, “un paso más para agregar valor y crear empleos” escribió el funcionario.
Lo cierto es que el nuevo rastro de Ciudad Guzmán sigue sin funcionar a tres meses y medio de haber sido inaugurado y seis de que fue terminado; que el retraso en la apertura de este moderno inmueble se debe a un conflicto laboral provocado por el Ayuntamiento de Zapotlán y que el flamante secretario estatal parece haberse contagiado de la estrategia del alcalde guzmanense consistente en aparentar que se hacen cosas, pero sin resolver los problemas de fondo.
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