*Basificaciones y deuda, la herencia para las nuevas administraciones
Justamente cuando las finanzas públicas de los Ayuntamientos se encuentran en su peor momento, en varios municipios del Sur de Jalisco se avecina una fuerte batalla que podría dañar aun más las arcas municipales, es el pleito por las basificaciones y de no darse, vendrán los laudos laborales.
Hay en la región varios municipios donde ya soplan los vientos de conflicto, sobre todo en aquellos donde las administraciones vienen emanadas de un partido diferente como son Tamazula de Gordiano, Gómez Farías y desde luego Zapotlán el Grande.
El primero en elevar una protesta pública fue Néstor de la Cruz, próximo alcalde de Gómez Farías quien ha denunciado que la administración que encabeza la alcaldesa Ariana Barajas no ha presentado la Cuenta Pública 2020 y ello puede representarle al municipio una pérdida de recursos cercana a los dos millones de pesos.
De igual forma, el futuro alcalde pide que sean liquidados los trabajadores eventuales que fueron contratados en la actual administración.
Tamazula vive una situación similar, donde el alcalde electo Eduardo Gutiérrez tendrá que pelear contra los numerosos empelados que contrató Francisco Javier Álvarez.
El caso más delicado está en Zapotlán el Grande, donde la nómina se incrementó en alrededor de 300 empleados en los seis años que gobernó Movimiento Ciudadano, y con el cambio de partido el despedirlos puede resultar en elevadísimos laudos que afectan seriamente las finanzas públicas como viene ocurriendo desde hace décadas.
Ya en ocasiones anteriores hemos denunciado casos que rayan en el descaro sobre todo con los funcionarios contratados por el Partido Acción Nacional, donde incluso funcionarios de alto nivel por mantenerse aferrados al hueso han demandado a la comuna, y muchos de ellos volvieron a ser empleados municipales con el simple hecho de cambiarse de partido.
Y como siempre ocurre en estos casos, los políticos no pierden, no pagan las deudas de su dinero, y los que la sufren, como en Gómez Farías o Zapotlán el Grande, son los ciudadanos, que padecen de servicios deficientes, falta de obra pública, de seguridad y con ello, un menor nivel en su calidad de vida.
Esperemos que los presidentes municipales dejen, de una vez por todas, de actuar como agencia de colocaciones con la finalidad de pagar favores políticos, pues tal parece que las oficinas de gobierno se están llenando de personas que no saben hacer otra cosa que vivir del dinero público.
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